De la crisis al criterio: lo que Colombia necesita que el mundo sepa

Por: Lina Molinda, Co Fundadora de Zinnia

Hay encuentros que se vuelven lección. Hace unos días, volviendo de la boda de una gran amiga en Jerez, España, compartí el trayecto de regreso a Madrid con Raquel, una asturiana cuya presencia emanaba sobriedad, inteligencia y una calidez tranquila. Fue una conversación inesperada, nacida de un simple elogio a su perfume, que terminó abriéndonos la puerta a un intercambio profundo sobre Colombia, sobre lo que significa hacer patria, y sobre el valor de contar nuestra historia.

“Pero oye, la situación en tu país va bien, ¿no?”

Esa fue la afirmación que lanzó Raquel, con genuino interés. Mi respuesta —contundente y serena— la descolocó. Le hablé con datos, con contexto, con perspectiva. Le conté cómo el país ha cambiado en los últimos tres años: la incertidumbre institucional, la desinversión, el clima de inseguridad creciente, el debilitamiento de la confianza en el sistema. No desde el drama, sino desde los hechos.

Hablamos del reto de hacer empresa en Colombia, de cómo los marcos legales inestables y los trámites excesivos desgastan al sector privado. Le hablé de la supuesta “paz total” y de cómo, en la práctica, muchas regiones están hoy bajo control de grupos armados, sin presencia real del Estado. Le mencioné atentados recientes, el retroceso en libertades, la desprotección de nuestros militares en zonas como el Catatumbo, El Plateado o la frontera con Venezuela.

Raquel me escuchaba con atención y preocupación. Me dijo que, desde fuera, Colombia parecía estable. Que ya no salíamos en los titulares, y que eso, ingenuamente, le había hecho pensar que todo iba bien.

Lo que no se cuenta, no existe.

Esa conversación me dejó reflexiva. No podemos seguir delegando a los medios —ni a los discursos oficiales— la tarea de contar lo que pasa en nuestro país. Narrar nuestra realidad es un acto de responsabilidad. No para alimentar el miedo, sino para despertar conciencia.

Hablar, explicar, contextualizar, es parte de nuestra labor ciudadana. Contar lo que sucede nos ayuda a:

  1. Reafirmar nuestra identidad.
  2. Informarnos con intención.
  3. Compartir aprendizajes. Lo que vivimos puede servir de advertencia para otras naciones: los discursos populistas disfrazados de redención social terminan minando las instituciones desde adentro.

Colombia: un país espectacular… incluso en crisis

Creo en Colombia. No desde la ingenuidad, sino desde la posibilidad. La crisis nos ha hecho ver con más claridad lo que tenemos, lo que somos y lo que aún podemos construir. Creo en el talento joven. En los empresarios que no se rinden. Los líderes entienden que esto no se trata de egos, sino de país. Y por eso escribo esto.

Una invitación desde Zinnia: actuar con conciencia.

En Zinnia creemos que las crisis son escenarios para liderar con propósito. No se trata solo de resistir, sino de transformar.

Este no es un artículo político. Es un llamado a estar informados, conversar con intención y tomar decisiones que construyan el país desde lo cotidiano. La estrategia también se ejerce en lo que priorizamos cada día.

A quienes lideran, estudian, emprenden, educan, sueñan con un país distinto: pensemos juntos qué Colombia queremos dejarle a las generaciones que vienen. Y, desde donde estemos, actuemos como si eso dependiera de nosotros. Porque sí depende.